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OBIA, el Observatorio Brasileño de IA

Como respuesta al impacto de la IA en los ecosistemas productivos, educativos y comerciales, así como para garantizar la transparencia y responsabilidad en su uso, Brasil desarrolló su Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial en 2021, recientemente actualizada.
Un rol clave en la implementación de ésta es el Observatorio Brasilero de Inteligencia Artificial el que está recopilando datos de IA en Brasil con especial énfasis en la industria, gobierno, salud y educación para así proporcionar información actualizada a diversos actores, incluyendo a tomadores de decisiones.

El Procesamiento del Lenguaje Natural (PNL) es una rama de la Inteligencia Artificial (IA) que permite a las computadoras comprender y traducir textos y audios en múltiples idiomas, facilitando la comunicación global. Sin embargo, existe una falta de herramientas y datos específicos para el entrenamiento de sistemas de diálogo en portugués brasileño, idioma que hablan más de 200 millones de personas. De ese problema busca ocuparse el Centro de Inteligencia Artificial (C4AI/USP), de la Universidad de Sao Paulo, donde más de 100 investigadores trabajan en diversos proyectos innovadores con IA, como el mencionado procesamiento del portugués y de lenguas indígenas, que en Brasil suman más de 150.

El C4AI/USP es uno de los 11 Centros de Investigación en Ingeniería y Centros de Investigación Aplicada (CPE/CPA) en Inteligencia Artificial (IA) establecidos por la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo (FAPESP) y promovidos por el gobierno brasileño para potenciar esta tecnología en diversas áreas estratégicas del país y cuyos datos e investigaciones nutrirán al nuevo Observatorio Brasileño de Inteligencia Artificial (OBIA).

El OBIA nace como un repositorio público y de libre acceso que tiene como objetivo compilar y proporcionar información sobre los avances de esta tecnología en este país y conectarse con otros observatorios internacionales.  “Su principal propósito es observar el desarrollo, impacto y adopción de la IA en Brasil, tanto cuantitativa como cualitativamente. Buscamos ser un repositorio de información para tomadores de decisiones, la industria y otros stakeholders”, dice Tuca-Luiz Alexandre Reali Costa, gerente del OBIA.

Lanzado en 2022 por encargo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI) al Núcleo de Información y Coordinación del Punto BR (NIC.br), el observatorio OBIA fue una de las prioridades definidas por la Estrategia Nacional Brasileña de IA, aprobada en 2021 y actualizada en 2024. La política buscaba, desde un inicio, fomentar el emprendimiento y la innovación tecnológica en este país a través de 9 ejes, uno de los cuales es la Gobernanza de la Inteligencia Artificial y dentro de la cual OBIA es la iniciativa prioritaria.

Desde entonces, un equipo multidisciplinario ha trabajado en su creación y desarrollo, inaugurando su página web en marzo pasado y preparando su lanzamiento para septiembre de 2024. 

Parte del grupo impulsor lo han integrado activamente profesionales de NIC.br y del Centro Regional de Estudios sobre el Desarrollo de la Sociedad de la Información (Cetic.br), con el apoyo del Centro de Gestión y Estudios Estratégicos (CGEE), la Fundación Sistema Estatal de Análisis de Datos (SEADE), el Centro de Inteligencia Artificial (C4AI/USP) y, entre otros. “La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la UNESCO, el IRCAI (International Research Center on AI) y la OCDE también han sido relevantes para alinear los esfuerzos del Observatorio con las mejores prácticas globales”, comenta Reali Costa.

Los 11 centros de IA, que nutrirán al OBIA, abarcan áreas estratégicas como industria, salud, ciudades, agricultura y ciberseguridad, entre otros, fueron seleccionados en dos convocatorias públicas lanzadas entre 2021 y 2023 por la FAPESP junto al Ministerio de Ciencias de Brasil (MCTI-MC) y al Comité Directivo de Internet en Brasil (CGI.br). La excepción fue el C4IA/USP, el primero de su tipo en integrarse al observatorio, pero que surgió en colaboración con IBM.

Cuatro áreas vitales

La creación del Observatorio Brasileño de Inteligencia Artificial (OBIA) fue un proceso complejo que planteó diversos desafíos, como mantenerse al día con la velocidad y el alcance de los avances en el campo, integrar múltiples perspectivas y metodologías, y establecer una mejor coordinación entre los productores de datos que alimentan el observatorio.

Uno de los avances estratégicos del OBIA fue la definición de indicadores en cuatro dimensiones clave para analizar la inteligencia artificial en Brasil. “En Cetic.br manejamos muchos indicadores sobre la adopción de tecnologías digitales en Brasil desde hace 20 años y para el observatorio los hemos ido agrupando en cuatro segmentos: gobierno, salud, educación y diversos sectores económicos. También sumaremos formación académica, producción de conocimiento y patentes», comenta Alexandre Barbosa, jefe del Centro Regional de Estudios sobre el Desarrollo de la Sociedad de la Información (Cetic.br), vinculado al NIC.br. 

Para monitorear este trabajo, se está creando un comité de gobernanza multisectorial, que abordará las necesidades de los indicadores actuales y futuros. “El OBIA se nutrirá de indicadores de diversas fuentes, como encuestas bianuales y bases de datos actualizadas automáticamente. Aunque la periodicidad variará, se garantiza un análisis profundo y actualizado para mantener la relevancia y precisión del observatorio”, explica Luiz Reali Costa.

El repositorio incluirá documentos sobre IA, no solo de Brasil, sino también de otros países como las estrategias nacionales de IA de Chile, Alemania, Japón y otros países, que serán clasificados según una taxonomía para facilitar la recuperación y el cruce de datos, según Barbosa.

Desafíos

Brasil se destaca como uno de los líderes regionales en IA, según el último Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial de 2023, por una serie de fortalezas en infraestructura, capital humano, disponibilidad de datos y gobernanza en este campo, destacándose además por su amplia digitalización de servicios públicos y por ser el único país latinoamericano entre las 20 naciones con mayor volumen de publicaciones académicas en IA.

Sin embargo, tiene tareas pendientes en la materia: mejorar aún más la infraestructura en IA, especialmente en zonas remotas y rurales; ampliar el uso de esta tecnología a diversos sectores económicos; y aumentar la formación anual de doctores en el área, que hoy es cuatro veces menor que en EE.UU. “Esperamos un avance rápido con el apoyo de los centros de IA promovidos por el Ministerio de Ciencia y Tecnología», dice el jefe de Cetic.br. 

Para ello, estos 11 centros ya suman inversiones públicas y privadas por un total de 240 millones de reales hasta 2030, según el documento Inteligencia Artificial: Mapeando los Centros de inteligencia en Brasil: iniciativas, acciones y proyectos (Panorama Setorial da Internet. N° 1, abril, 2024).

Abordar parte de esos desafíos también es el trabajo del OBIA, dado que la información que entregue puede ser crucial para la toma de decisiones. Para ello, actualmente trabaja en el lanzamiento de un portal de visualización de datos, en la integración a la plataforma de más centros de IA -tanto públicos como privados-, y en difundir los primeros resultados que permitan entregar un panorama actualizado y concreto sobre la situación de la IA en Brasil en diversas áreas. 

“Nuestro objetivo final es que el OBIA se convierta en una iniciativa de referencia, cooperativa y multidisciplinaria que proporcione conocimiento confiable y completo para informar a la sociedad y orientar políticas, estrategias y acciones para la promoción del desarrollo y uso responsable de la IA en Brasil.”, dice el gerente de OBIA.

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Algoritmos Éticos: La apuesta chilena por una IA equitativa y transparente

La iniciativa «Algoritmos Éticos, Responsables y Transparentes», liderada por GobLab, el laboratorio de innovación pública de la U. Adolfo Ibáñez, impulsa la integración de principios éticos en los algoritmos de compras públicas que utilizan IA o ciencia de datos. 
El proyecto, pionero en Latinoamérica, ha desarrollado instrumentos replicables para aumentar la transparencia y evitar la discriminación en las prestaciones de servicios públicos que incorporen inteligencia artificial (IA), además de asegurar la protección de los datos personales de los ciudadanos.

La Inteligencia Artificial (IA) es una rama de la informática que usa algoritmos y datos para realizar predicciones y decisiones autónomas. Los algoritmos le dicen a la máquina qué hacer y los datos le permiten aprender y mejorar su desempeño. Y a la fecha, varios países han adoptado la IA para aplicarla en la gestión de trámites públicos para hacerlos más expeditos, como aquellos relacionados con por ejemplo en la .

Uno de los ámbitos en que han aplicado esta tecnología es en las prestaciones sociales, tanto en la selección de beneficiarios de bonos como en la administración de las listas de espera en hospitales o los admitidos en procesos de selección escolar. Pero ¿quién asegura que estos sistemas no tienen sesgos de género, raciales, étnicos o sociales? ¿Quién le explica a una madre por qué su hijo no fue seleccionado en el colegio que quería y qué datos tomó en cuenta la IA? ¿O a una empresa por qué su proyecto fue rechazado por el Estado? A eso se le suma otra pregunta clave relacionada: ¿cómo se protegen los datos personales de los postulantes?

Proyectar respuestas con soluciones concretas ante esto, fue la visión que tuvo el laboratorio de innovación pública de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), GobLab, con su proyecto Algoritmos Éticos, Responsables y Transparentes, el que se dio a conocer en 2020 en Chile. Coincidiendo con el lanzamiento a fines de 2019 de fAIr LAC -la iniciativa para promover el uso ético de la IA en América Latina y el Caribe- la directora del GobLab de la UAI y líder del proyecto, María Paz Hermosilla gestionó conversaciones con el laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo, BID Lab, para conseguir apoyo financiero y desarrollar un proyecto que solucionara ese dolor. Y las compras públicas fueron el punto de partida. 

“Nos pareció interesante que el proyecto se centrara en éstas. Identificamos ahí una oportunidad de fomentar la colaboración público-privada, sensibilizar y formar capacidades en IA ética y desarrollar herramientas concretas para asegurar un impacto positivo en la sociedad”, explica la especialista líder de BID Lab, Carolina Carrasco. 

Así, luego de que Chile Compra se uniera formalmente al proyecto en 2020, se sumaron nuevos colaboradores: la División de Gobierno Digital, el Consejo para la Transparencia, el Ministerio de Ciencia, y Magical, una aceleradora de negocios de startups.

A cuatro años de su partida, la iniciativa pionera en Latinoamérica, ha producido instrumentos innovadores y replicables para toda la región.

Protección de los ciudadanos

Hay un hito clave en el proyecto de Algoritmos Éticos, Responsables y Transparentes y que será una medida pionera en Latinoamérica: la aprobación por parte de la Contraloría General de la República de las bases estandarizadas para las compras de servicios de ciencia de datos y de IA por parte del Estado, elaboradas por ChileCompra en el marco de la iniciativa de GobLab.

Estas bases establecen, por primera vez, requisitos rigurosos de transparencia, equidad y protección de datos con el fin de garantizar que los servicios públicos puedan licitar, por ejemplo, modelos predictivos, algoritmos de asignación de beneficios o sistemas de personalización de usuarios sin sesgos ni opacidad. “Eso no solo mejora la eficiencia en las adquisiciones gubernamentales, sino que también fortalece la confianza ciudadana en la gestión pública y fomenta la igualdad de oportunidades para proveedores y contratistas”, dice Hermosilla.

El analista de la División de Estudios e Inteligencia de Negocios de Chile Compra, David Escobar, explica que la entidad tiene la responsabilidad de establecer políticas y directrices de compra, emitiendo bases y recomendaciones que aseguren la protección de la información ciudadana y la transparencia. “En el caso de Algoritmos Éticos, se busca que las compras (con IA) consideren la revisión de posibles sesgos para evitar que afecten negativamente a los ciudadanos, asegurando que los recursos públicos se asignen de manera justa y sin discriminación”, dice.

Otro instrumento pionero, realizado en colaboración con el Consejo para la Transparencia, es el “Instructivo General de Transparencia Algorítmica” para el cual se encuestaron más de 800 organismos públicos sobre el uso de algoritmos y se estudió cómo integrar la transparencia algorítmica en la regulación chilena. “Con el apoyo del BID Lab, se desarrolló un borrador, que se pilotó con siete algoritmos de cuatro organismos públicos y se publicó la norma definitiva en 2023, la primera en América Latina en regular esta materia.”, afirma la directora de GobLab de la UAI.

La División de Gobierno Digital, en tanto, colaboró en la confección la guía «Formulación Ética de Proyectos de Ciencia de Datos” que entrega herramientas a funcionarios públicos para abordar los desafíos legales y éticos en sistemas de inteligencia artificial. “Los datos son un activo estratégico para la gestión pública, permitiendo agilizar la entrega de bienes y servicios y anticiparse a las necesidades de los usuarios con herramientas como la inteligencia artificial. Un ejemplo es el Instituto de Previsión Social, que realiza pagos de beneficios directamente mediante la integración de datos, eliminando la necesidad de que las personas postulen. El desarrollo de herramientas concretas, como las de este proyecto, ayuda a las instituciones a cumplir estándares mínimos, asegurando la transparencia y la mitigación de sesgos en los algoritmos «, dice Kareen Scharmm, coordinadora de Políticas y Estudios de la División de Gobierno Digital.

 INVERSORES Y AUDITORIAS 

El Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación participó en la creación de la metodología experimental fAIr Venture que evalua los riesgos éticos y efectos sociales en inversiones tecnológicas de IA. “Nuestro rol como servicio público es garantizar que los algoritmos sean equitativos, que no reproduzcan sesgos, que no realicen discriminaciones arbitrarias, en el fondo que no atenten contra los derechos fundamentales de las personas. Y para el mundo privado esto también es importante, porque los principales proveedores del sistema público de estas tecnologías son ellos.”, dice Alondra Arellano asesora de gabinete en Inteligencia Artificial del ministerio.

La segunda etapa del proyecto, iniciada en julio de 2023 con fondos de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, se extenderá hasta 2025. El equipo de GobLab ya lanzó dos herramientas: una «Ficha de transparencia algorítmica» y una «Medición de sesgos y equidad estadística» que permitirán realizar una especie de auditoría a los algoritmos de sistemas funcionando en el sistema público. “Se usarán herramientas específicas para evaluar los algoritmos en desarrollo, permitiendo a las instituciones determinar su transparencia y detectar posibles sesgos que requieran ajustes. Estas herramientas se aplicarán en varios pilotos, asegurando que los algoritmos cumplan con un marco normativo mínimo”, cuenta Scharmm.

Aunque el BID ya no es parte formal de esta segunda etapa, Carolina Carrasco, indica que seguirán apoyándolo desde fAIr LAC, pues están convencidos de que favorecer este tipo de trabajo colaborativo puede acelerar el impacto social, mejorar la calidad de vida y promover el crecimiento económico en la región. “Algoritmos Éticos de la UAI es un tremendo referente. Ya han demostrado un camino claro con instrumentos que son aplicables en cualquier geografía. Con fAIr LAC ahora estamos buscando cómo hacer la adopción de estas herramientas en otros países de la región.». 

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Cable Humboldt: El trabajo conjunto entre Google y el Estado chileno es pos de la conectividad de Latinoamérica  

El cable Humboldt es la primera ruta submarina de fibra óptica que unirá Chile con Australia para habilitar una conectividad más rápida, estable y a menor costo entre Sudamérica, Oceanía y Asia Pacífico. 
La iniciativa conjunta entre Google y el Estado de Chile busca traccionar la economía digital de Chile y de toda Latinoamérica, además de conectarlos con mercados globales clave. 

Los cables de fibra óptica constituyen la columna vertebral del funcionamiento de Internet al transmitir millones de datos a gran velocidad, con mayor capacidad de ancho de banda y baja latencia. Esto implica un retraso mínimo en la transmisión de datos y, por ende, una mayor facilidad para el uso de aplicaciones críticas en tiempo real, que van desde juegos en línea hasta el monitoreo remoto de procesos industriales, sistemas de vigilancia, transmisiones financieras o telemedicina.  

Una mejor infraestructura tecnológica constituye hoy la piedra angular para el desarrollo de tecnologías avanzadas como la Inteligencia Artificial (IA), la computación en la nube (cloud computing) y los servicios como el 5G e Internet de las Cosas (IoT), todas fundamentales para la transformación digital y económica de los países por su impacto significativo en la productividad industrial, digital y científica. 

En este contexto, la construcción de la ruta submarina Humboldt de más de 12 mil kilómetros de largo, impulsada por Google y el Estado de Chile a través de la empresa estatal Desarrollo País, es considerada una verdadera revolución en la conectividad local. El proyecto se encargará de proporcionar conectividad directa entre Sudamérica con Asia-Pacífico, lo que redundará en una menor latencia (aumento de la rapidez en el transporte de datos), otorgando mayor autonomía y resiliencia a las telecomunicaciones de Latinoamérica y consolidando a Chile como hub digital o centro tecnológico.  

Esta iniciativa público-privada es un ejemplo de gobernanza innovadora y eficiente, que involucra la participación de múltiples actores que mostraron una visión a largo plazo y la capacidad estratégica de encontrar en Google al aliado que les permitió concretar una infraestructura crítica para el país. 

“La gobernanza de Chile en el proyecto ha sido fundamental para poner en valor el proyecto y atraer el interés de una serie de actores para ser parte de él. En este proyecto conjunto entre Google y Desarrollo País se alinean los objetivos estratégicos y de largo plazo de ambas empresas. En el caso de Desarrollo País, se despliega una nueva infraestructura digital que le permite a Chile posicionarse en el mercado tecnológico como un centro neurálgico de desarrollo de centros de datos y nuevas soluciones tecnológicas, permitiéndole así, cumplir con la visión-país de ser el primero en la región en estar conectado directamente con Asia y Oceanía. Optamos por Google como socio estratégico por su amplia experiencia en el despliegue de cables submarinos a nivel mundial, lo cual nos da garantías de una ejecución seria con una compañía de clase mundial”, explica Patricio Rey, el gerente general de Desarrollo País, la empresa estatal responsable de gestionar infraestructuras a largo plazo en Chile. 

La ambición de establecer un enlace directo entre Sudamérica y Asia mediante un cable submarino de fibra óptica surgió en 2016, durante el segundo mandato de Michelle Bachelet, planteándose como un proyecto que inicialmente miró hacia China. En 2018, durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera, la Subsecretaría de Telecomunicaciones de Chile (Subtel) junto al apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), licitaron estudios sobre aspectos técnicos, legales, financieros y económicos, definiendo como trazado óptimo el de Valparaíso-Sidney. En 2021, el proyecto fue asumido por Desarrollo País, empresa que al año siguiente lanzó una convocatoria internacional para buscar socios estratégicos en la construcción del cable. Fue entonces cuando se sumó Google, que mostró un sólido interés en colaborar con el Estado de Chile y que terminó sellando esta alianza público-privada en 2023, durante el gobierno de Gabriel Boric.  

“Este cable consolida la posición de Chile como centro de la actividad digital de Sudamérica, lo que va a abrir oportunidades para nuevas industrias, puestos de trabajo y mejores condiciones laborales y de vida para miles de personas. De sur a sur no había conectividad de este tipo; por lo tanto, estamos avanzando adicionalmente desde una perspectiva geopolítica que es muy importante. Y eso nos debe llenar de orgullo”, dijo el presidente de la República de Chile, Gabriel Boric, durante el lanzamiento de la iniciativa en enero de 2024. 

Infraestructura holística 

Los cables de fibra óptica conectan continentes y mercados, impulsando el imparable auge de las tecnologías digitales, que en 2021 registraron un incremento de U$ 34.000 millones en el valor anual de las exportaciones en seis economías en América Latina (0,8 % del PIB total), según el informe Digital Sprinters (2022) de Google. Un valor que podría cuadruplicarse y llegar a U$140.000 millones para 2030.   

En el caso del Cable Humboldt se generará un intercambio de tecnología sin precedentes por el Pacífico Sur, abriendo nuevas puertas para conexiones entre Sudamérica y los principales centros tecnológicos de Asia en Hong Kong, Tokio y Singapur.  

Esta conexión formará parte de la infraestructura integral de Google en Chile, que ya incluye un centro de datos en Quilicura (2015), el cable submarino Curie (2020) -que conecta Chile, Estados Unidos y Panamá-, y la inauguración de una región de nube en Santiago (2021), la segunda en América Latina después de Brasil. 

 “Chile ha tenido una política importante de atracción de inversiones y generación de capacidades en materia digital, a lo que se suma la alta disponibilidad de energía renovable. Es por eso que Google ha invertido fuertemente en este país y estableció en Quilicura su único centro de datos en Latinoamérica y el hemisferio sur. Se ha aprovechado la estabilidad económica y política de Chile, además de su amplia red de acuerdos comerciales, pues desde ese centro se prestan servicios a toda la región”, afirma el gerente de Relaciones Gubernamentales y Políticas Públicas de Google Chile, Nicolás Schubert.  

Patricio Rey, en tanto,  destaca como aspecto clave de esta iniciativa público-privada la ventaja dada por la gran experiencia en infraestructura digital de Google, “lo que hace más eficiente la inversión del Estado y genera importantes economías de escala”, dice. 

Aunque los beneficios para Chile serán indudables, el cable Humboldt pretende potenciar a toda Sudamérica. “La conexión desde la región de Valparaíso beneficia al Cono Sur y a la región en general, con la posibilidad de utilizar los cables abiertos para otras empresas. Esto facilita nuevas conexiones entre data centers en Chile y Asia, brindando oportunidades de expansión para empresas de telecomunicaciones y tecnológicas. Hoy las comunicaciones submarinas de Chile son principalmente con Estados Unidos, con esta nueva conexión se abren a Australia y Asia”, explica Cristian Ramos, el director de Desarrollo de Infraestructuras de Google. 

Hub tecnológico e IA 

Todo lo anterior, dice Schubert, mejorará la experiencia de navegación y uso de internet de los usuarios y será fundamental para aplicaciones en tiempo real.  “Estos avances impulsarán el desarrollo digital de Chile y lo destacarán como un referente en la región”, dice Schubert, refiriéndose concretamente al desarrollo de tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) y el cloud computing. 

El tema no es menor. El Índice de Interconexión Global 2023 predice que el 85% de las empresas globales ampliarán el acceso multicloud en varias regiones para el 2025. Mientras que se prevé que entre Asia Pacífico y Sudamérica el tráfico de datos crezca un promedio anual de un 28% durante los próximos 20 años

De allí que la apuesta del gobierno chileno sea aprovechar el Cable Humboldt para potenciar como hub emergente a Valparaíso en Sudamérica. “La apuesta de Google por Chile da cuenta de la confianza que nuestro país genera en inversionistas internacionales del mundo de la tecnología, lo que es sumamente importante para consolidar al país como un hub digital”, asegura Patricio Rey.

En el caso de Chile, las ventajas que posee en energías renovables podrían promover la instalación de data centers y empujar, así, el desarrollo de capacidades en la nube y servicios digitales que beneficiará tanto a grandes empresas como a pymes, startups y sectores emergentes. “Los desarrolladores y creadores sabrán que pueden contar con una mejor experiencia. Este efecto se vio con las inversiones en servicios en la nube. Nuevas infraestructuras permiten la creación de nuevos servicios, no solo se obtienen beneficios directos, sino que también se crea un ecosistema. Lo vimos cuando Curie entró en vigor, que trajo un beneficio económico significativo para el país en su conjunto, un efecto multiplicador, porque permitió a muchos otros negocios e industrias ser más eficientes”, afirma Cristian Ramos. 

El mayor acceso al cloud computing dará vigor a tecnologías como el monitoreo de IoT (Internet de las Cosas) que ya está generando impactos en empresas de interés nacional como Codelco. La minera estatal del cobre en Chile aumentó en 4% su producción tras implementar centros de operaciones integrados y tecnologías IoT.  

La investigación científica también se verá favorecida por la nube. “La aceleración de la transferencia de datos tendrá incidencia también en la observación astronómica ubicada en el norte de Chile, la que genera un volumen de data que necesita ser transmitido a universidades y centros de estudio. Anteriormente, ésta seguía rutas tradicionales a través del hemisferio norte y luego cruzaba el Pacífico. Pero ahora, con una ruta directa, se espera una mejora significativa en la velocidad y el costo de las conexiones, lo que beneficiará a la ciencia también”, indica Schubert.  

El impacto económico es otro beneficio medido. Según Analysys Mason, los cables submarinos de Google en América Latina y el Caribe, a través de cinco países, generarán un aumento acumulado del PIB de U$178.000 millones entre 2017 y 2027, con la creación de aproximadamente 740.000 puestos de trabajo adicionales para 2027. Esto representa un aumento anual del PIB del 1,08%. “Por ejemplo, el cable Curie ha aumentado la capacidad internacional de salida de Chile (mayor tráfico de datos hacia y desde otros países) en un 30%. Se espera que entre 2020 y 2027, el cable Curie aporte U$19.200 millones y cree 67.000 empleos en la región”, dice el director de Desarrollo de Infraestructuras de Google. 

Ingeniería de alto nivel 

Según el Cable Map 2024, desde 2018 Google ha invertido en 29 proyectos de cables submarinos de fibra óptica, de los cuales cinco conectan a Latinoamérica: Monet (a Brasil y a Estados Unidos), Tannat (a Argentina con Uruguay y Brasil), Curie (a Chile, Panamá y Estados Unidos), Junior (Río de Janeiro con Praia Grande) y Firmina (Estados Unidos con Brasil, Uruguay y Argentina). Se trata de obras de ingeniería de alto nivel, muy costosas, que incluyen simulaciones, sondajes, fabricación e instalación en el lecho marino.  

Humboldt, por su parte, está en pleno desarrollo. “Este año nos centraremos en obtener permisos para estudiar el lecho submarino, esencial para trazar la ruta del cable. Ya completamos un estudio preliminar utilizando cartografía submarina y ahora necesitamos confirmar la ruta con un survey detallado. Paralelamente, comenzaremos la construcción del cable, un proceso largo y complejo que implica la fabricación completa del cable y la instalación de repetidores. Una vez ajustada la ruta y obtenidos los permisos, procederemos con la instalación del cable en el lecho marino, garantizando una vida útil de unos 25 años”, señala Ramos. 

El aterrizaje del cable Curie en Valparaíso ocurrió en abril de 2019. “El cable llegó a la costa y fue cubierto con arena y anclado en tierra para evitar que la gravedad lo jalara al mar. La construcción del cable se hizo previamente en una fábrica y luego se depositó en el lecho marino utilizando barcos especializados, explica Ramos para ilustrar lo que se viene prontamente con el de Humboldt. 

Esta infraestructura se instalaría en 2025 y estaría operativo en 2026. “Esto se potenciará, además, con la iniciativa Pacific Connect de Google -que conecta la Polinesia Francesa, Fiji, Guam, las Islas Marianas, Japón, Hawái y Estados Unidos- lo que reforzará la resiliencia de las redes y vinculará las islas del Pacífico con continentes. Cuantos más nodos de conexión, más resilientes son las redes, pues permite que el tráfico encuentre rutas alternativas en caso de cortes”, concluye el director de Desarrollo de Infraestructuras de Google, Cristian Ramos.   

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El vuelo de Guacamaya: El proyecto en que Microsoft y la investigación confluyeron en la IA

La Universidad de los Andes, el Instituto Humboldt y el Instituto SINCHI, en Colombia, crearon, junto a Microsoft, una plataforma de IA que procesa datos satelitales de grabaciones bioacústicas y de cámaras trampa
El objetivo del proyecto es supervisar la deforestación y la biodiversidad en la Amazonía.
Se trata de una innovadora y poderosa herramienta que proporcionará información clave para proteger un ecosistema crucial para la estabilidad climática planetaria.

Con 7 millones de km2 y su presencia en nueve países, la Amazonía es el mayor bosque tropical del mundo, hogar del 1% de la biodiversidad planetaria y responsable de entregar humedad y lluvias a Sudamérica, lo que ayuda a estabilizar  el clima global. Sin embargo, por actividades como la minería ilegal, la expansión agrícola, la sobrepesca, la caza y la deforestación, este ecosistema único se encuentra en serio peligro.

Según el Informe Amazonía Viva 2022 (WWF), el 18% de los bosques amazónicos se ha perdido por completo y un 17% adicional está degradado, cifras que prometen seguir empeorando y trayendo consecuencias sobre la biodiversidad, el clima global y sobre las personas. Especialmente sobre las 47 millones que viven en la región amazónica y dependen de ella para su sustento.

Para ayudar a enfrentar estas amenazas, en 2022 surgió Guacamaya, IA por la Amazonía, una iniciativa respaldada por AI for Good de Microsoft y cuyo foco estaba en promover el uso de Inteligencia Artificial para abordar desafíos sociales y medioambientales. La plataforma se valió de la IA para poner a disposición de la ciencia y del gobierno, datos certeros y oportunos sobre los fenómenos que están impactando negativamente este ecosistema único en el planeta. “Guacamaya nace a raíz de una exploración de Microsoft y la Universidad de los Andes, de Colombia. Ésta, a través de su Centro de Investigación y Formación en Inteligencia Artificial, CinfonIA, analizó cómo la IA podría ser empleada para abordar desafíos ambientales, entre ellos, la deforestación de la Amazonía. Para iniciar este análisis, una de las herramientas clave era el entrenamiento de un modelo de IA, el que debía priorizar la calidad de los datos. Para eso buscamos colaboradores que tuvieran datos validados y de alta calidad y fue así como nos asociamos con el Instituto Humboldt y el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas, SINCHI”, explica el investigador de CinfonIA, Andrés Hernández Celis.

Según cuenta el investigador, se escogió como foco la Amazonía, porque es una región crucial para la biodiversidad del mundo, especialmente en Colombia, que es el país más biodiverso por kilómetro cuadrado. “La selva amazónica influye en los patrones climáticos y proporciona agua a regiones como Bogotá y los páramos. Sin embargo, la deforestación ha alcanzado un punto crítico y amenaza con desertificar por completo este ecosistema natural, lo que explica que sea urgente tomar medidas poniendo a la IA a disposición de ese objetivo”, indica Hernández. 

Fue así como se resolvió impulsar un monitoreo y una entrega de datos sistemática con IA en tiempo real -o en menor tiempo- capaz de generar las alertas necesarias para tomar acciones antes de que la situación se vuelva irreversible.

IA con impacto ambiental

Guacamaya se alimenta de tres fuentes de datos sobre la Amazonía colombiana: grabaciones bioacústicas, imágenes de cámaras trampa, y datos satelitales de cobertura vegetacional. Mientras las primeras son proporcionadas por el Instituto Humboldt -la principal organización científica de biodiversidad en Colombia y la que posee el mayor repositorio de la región en la materia-, las segundas son un aporte de la Facultad de Ciencias de la Universidad de los Andes. Los terceros, en tanto, son dispuestos por el Instituto SINCHI y el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM). 

El director de Asuntos Corporativos, Externos y Legales de Microsoft para la región Andina Sur, Andrés Rengifo, explica que al integrar datos aéreos, acústicos y de cámaras trampa de la zona, se logra una perspectiva de 360º de la región y, por ende, entrega una comprensión mucho más rica y precisa del entorno. “La IA generativa ofrece valiosos beneficios para descifrar datos y optimizar procesos, y Guacamaya lo demostró conectando toda la información científica, que tradicionalmente ha estado aislada en universidades o institutos de investigación en esta plataforma”, explica.

Las instituciones ligadas a la ciencia aportaron más de 100 mil archivos, datos con los cuales CinfonIA y Microsoft entrenaron los algoritmos capaces de captar, a través de sonidos e imágenes, la presencia de ciertas especies o la ausencia de ellas para. De esa manera, podrían disponer de información útil respecto del estado de la biodiversidad de ese sector del Amazonas. 

“La IA se entrena y refina con el uso continuo de datos, pero los algoritmos utilizados ya tenían una base sólida proveniente de otros análisis similares, lo que permitió su adaptación al ecosistema amazónico. El éxito de este proyecto radica en la sinergia creada entre diversas entidades. Cada institución aporta su experiencia y recursos, creando un efecto multiplicador que resulta en soluciones innovadoras y efectivas para problemas complejos como el cambio climático y la conservación de la biodiversidad”, indica Rengifo.

La compañía tecnológica alimenta a Guacamaya con algoritmos y capacidad de cómputo, esencial para ejecutar modelos intensivos que facilitan la investigación científica y el recurso humano. “Contamos con una sólida capacidad computacional en nuestra plataforma Azure. Nuestro cloud es la base para ejecutar estos sistemas y donde se almacena la información, permitiendo obtener nuevos conocimientos y desarrollar enfoques para entender mejor estos datos. Contribuimos con modelos, herramientas, capacidad computacional y un equipo altamente especializado, dedicado a abordar desafíos sociales y humanos mediante la tecnología”, explica el ejecutivo de Microsoft.

MetodologIA revolucionaria

La introducción de IA al estudio del ecosistema amazónico cambió por completo la forma de obtener la información desde esa reserva biológica mundial. 

Para llegar a tener uno de los repositorios de sonidos naturales más importantes de Sudamérica a lo largo de 25 años -con 25 mil audios de más de 1.300 especies- los biólogos del Instituto Humboldt captaron estos sonidos con grabadoras de capacidad limitada, los que situaban y retiraban de la selva para entregárselas a expertos en reconocimiento de vocalizaciones de veces. Estos pasaban meses escuchando audios e identificando especies. 

Pero la llegada de Guacamaya revolucionó este campo y luego de un año y medio de trabajo, los primeros resultados son evidentes. Hoy los algoritmos de IA no sólo logran identificar sonidos de aves con un 80% de fiabilidad y quintuplicando la cantidad de datos analizados durante el mismo tiempo, sino que además son capaces de detectar amenazas como talas ilegales y maquinaria. “En el área bioacústica, se empleó un modelo en colaboración con Microsoft Speech Lab. Esto, con el fin de convertir los sonidos en espectrogramas, que son representaciones visuales del sonido», explica el investigador de CinfonIA, Andrés Hernández. Estos espectrogramas se utilizan junto con texto natural (nombre de la especie de interés, por ejemplo) para identificar sonidos de aves, insectos o frecuencias específicas, aclara.

El procesamiento de las imágenes de cámaras trampa también está gozando de las bondades de la iniciativa. “Antes, un científico revisaba manualmente más de 100 mil imágenes y ahora Guacamaya lo hace automáticamente, ejecutando un monitoreo 10 veces más rápido y ahorrando un 90% del tiempo. Los algoritmos filtran las útiles e identifican animales específicos, facilitando análisis eficientes y la detección de especies raras o invasoras», explica Rengifo. 

Actualmente, los modelos pre entrenados del proyecto Guacamaya ya están disponibles en Pytorch Wildlife, una plataforma de código abierto de Microsoft para la biodiversidad, que fomenta la colaboración entre desarrolladores del área. “Pytorch Wildlife nos entregó un marco colaborativo de aprendizaje profundo para la conservación, incluyendo diferentes tipos de redes neuronales que abordan tareas específicas del proyecto. Un ejemplo de esto es la segmentación y detección de animales en imágenes de cámaras trampa, utilizando el Megadetector de Microsoft», explica el investigador Andrés Hernández.

Otro aporte sustantivo de Guacamaya es su capacidad para interpretar en tiempo real las imágenes satelitales del bosque amazónico. Según los datos oficiales del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, el IDEAM, la Amazonía colombiana perdió más de 40.000 hectáreas entre 2021 y 2022. “Guacamaya utiliza imágenes de alta resolución para monitorear la pérdida de bosques, lo que agiliza los informes sobre la cobertura forestal y permite tomar decisiones informadas para la conservación casi en tiempo real. Esto marca una diferencia con los informes tradicionales, que tenían un retraso de hasta 18 meses en Colombia», aclara Andrés Rengifo.

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El investigador de CinfonIA, Andrés Hernández, destaca que el mayor desafío técnico en el entrenamiento de los algoritmos ha sido la gestión de datos. «Por ejemplo, es crucial contar con imágenes detalladas de cámaras trampa para identificar especies con precisión. Esto es difícil debido a las variaciones en las imágenes y la distribución desigual de las especies en la base de datos. Algunas especies son comunes y están sobrerrepresentadas, mientras que las raras aparecen menos de 100 veces. Esta desigualdad presenta un reto considerable, ya que es necesario manejar una distribución desbalanceada en los datos”.

Lo anterior explica por qué los megadatos que cada pilar -las cámaras trampa, los sonidos y la cobertura naturalista- han sido entrenados a través de modelos propios o predeterminados, siendo los algoritmos bioacústicos y de cámara trampa los más avanzados. “En el de imágenes satelitales estamos afinando la consistencia temporal, lo que permitirá producir resultados confiables en diferentes momentos y evitar la inestabilidad en los bordes de los mapas de cobertura forestal. Así, mejorará la precisión de las mediciones de hectáreas reforestadas. El objetivo principal de nuestro modelo es ampliar las investigaciones actuales integrando los tres pilares del proyecto en una plataforma para analizar la relación entre la pérdida de biodiversidad: los patrones migratorios de los animales y la deforestación en diferentes regiones”, explica Hernández.

Para lograr esa escalabilidad, Guacamaya se diseñó como una plataforma abierta para la colaboración científica y en esta nueva fase, tras su lanzamiento oficial a fines de 2023, busca consolidar los datos en la plataforma Azure e invitar a más instituciones internacionales a participar en el monitoreo de la Amazonía. “Este proyecto se diseñó así para permitir que otros miembros de la comunidad científica y países como Perú, Ecuador, Bolivia, Brasil, Paraguay, Venezuela, Surinam, Guyana y Guayana Francesa, puedan sumarse y contribuir. La colaboración abierta es esencial para abordar retos como el cambio climático y tener una mirada global y más comprensiva de lo que está ocurriendo en este ecosistema”, afirma el ejecutivo de Microsoft, Andrés Rengifo.

Se vuelve vital, entonces, sumar datos de diversas fuentes para seguir mejorando los algoritmos y generar análisis más profundos y precisos sobre la Amazonía. Para ello, el código fuente de los modelos y la plataforma están disponibles para cualquier centro de investigación o científico interesado en contribuir a la protección de este lugar. “En Microsoft creemos que la tecnología es una herramienta crucial para enfrentar retos como el cambio climático. Hemos recibido apoyo de científicos y del gobierno colombiano, quienes han aportado datos y mostrado entusiasmo al ver cómo opera la plataforma y ver el potencial de la colaboración tecnológica en la conservación de la biodiversidad”, dice el ejecutivo de Microsoft.

El equipo de Guacamaya sigue trabajando en mejorar los algoritmos y espera tener modelos funcionales en cada una de las categorías para presentar los avances de esta iniciativa en la COP16 de Cali, Colombia. “Esta iniciativa no es solo responsabilidad de un país o un grupo de personas, sino que es un esfuerzo conjunto que involucra a toda la región amazónica y más allá. Nuestro objetivo es expandir esta herramienta a instituciones y organizaciones de otros países que trabajan en la Amazonía para que se unan al proyecto Guacamaya. La Amazonía no es solo un tesoro natural, sino también el pulmón del planeta que regula el clima global. Proteger este invaluable ecosistema es una responsabilidad compartida que trasciende fronteras y requiere un esfuerzo conjunto de todos los países amazónicos y la comunidad internacional”, concluye el investigador de CinfonIA.

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Impacto

Plu, el asistente inteligente que promete revolucionar la educación en los colegios de Brasil

Como un servicio único e inédito, una de las empresas educativas más grande de Brasil, SOMOS Educação, ofrece herramientas de IA para profesores y alumnos a
través de su plataforma Plurall.
Se trata del Plu, el asistente inteligente desarrollado junto a Amazon Web Services (AWS) para asistir a los profesores con planes de lección que optimizan su tiempo.
Se implementará a modo de piloto y será el primero de varios proyectos de la empresa que usarán las herramientas de IA generativa de AWS para llegar a más de 7 mil escuelas en Brasil.

Un promedio de dos horas diarias tarda un profesor en preparar una clase y esa rutina podría cambiar para varios docentes de Brasil con solo pedirle a un asistente inteligente de IA que genere un plan detallado para una lección de 50 minutos. Se trata de Plurall AI o Plu, el asistente de IA generativa creado por una de las empresas educativa más importantes de Brasil, SOMOS Educação, en colaboración con Amazon Web Services (AWS) y que tiene como objetivo ayudar a profesores y estudiantes a planificar lecciones de forma más rápida, precisa y eficaz. 

Bett Brasil 2024, la feria educativa local más importante de ese país, el espacio escogido por la empresa para presentar el piloto de este asistente virtual, capaz de entregar un guión completo para la clase de un profesor en solo segundos. Y no solo eso, sino también ilustraciones, actividades sugeridas para los alumnos e, incluso, preguntas personalizadas para estudiantes que necesitan rendir exámenes con menor nivel de exigencia. 

SOMOS Educação pretende revolucionar la educación básica de Brasil llegando con el asistente inteligente Plu a más de 5 mil colegios para 2025. El objetivo principal de la tecnología es permitir que los docentes destinen sus horas laborales a trabajar más personalizadamente con sus estudiantes. Según la Encuesta Internacional de Enseñanza y Aprendizaje de la OCDE (TALIS) de 2018 y el informe de McKinsey de 2020, el 67% del tiempo de los profesores está dedicado a actividades fuera del aula, como la preparación de lecciones. McKinsey estima que entre el 20% y el 40% de estas actividades pueden optimizarse con tecnología, lo que podría proporcionar a los profesionales hasta 12 días adicionales de productividad al año por cada 5% de optimización. “Creemos que esta tecnología puede resultar increíblemente útil para liberarlos de tareas que consumen mucho tiempo. Si pensamos en una meta conservadora del 10% de optimización, podría significar casi 24 días adicionales al año que los docentes podrían dedicar a apoyar a los estudiantes, mejorar las lecciones o cuidar su propio bienestar. Estas métricas pueden variar con el tiempo y pueden tener otros impactos por medir”, señala Rafael Augusto Teixeira, gerente senior de Informática en SOMOS Educação.

“La IA generativa es una de las tecnologías más transformadoras de nuestra generación. Aborda algunos de los problemas más desafiantes de la humanidad, aumentando el rendimiento humano y maximizando la productividad. (…) Y en el ámbito de la educación, la IA tiene un impacto significativo al ofrecer varias ventajas que pueden transformar la forma en que aprendemos y enseñamos” afirma Cleber Morais, director de ventas empresariales de AWS para América Latina.

Resultados exitosos

Hace casi un siglo que SOMOS Educação, líder en educación primaria y secundaria en Brasil, ofrece servicios integrales para colegios, los que incluyen herramientas educativas y aprendizaje en línea. Su plataforma digital, Plurall, atiende a más de 7 millones de estudiantes y 120.000 profesores en 7 mil escuelas desde 2014, proporcionando libros digitales, actividades, evaluaciones y otras herramientas en línea a esa comunidad.

Conscientes de que la IA llegó para quedarse y de que tiene un gran potencial para transformar el mundo escolar, SOMOS Educação acudió al equipo de AWS en junio de 2023 con el propósito de lanzar una solución basada en GenAI que impactará el mercado educativo. “Tras un trabajo en conjunto entre los equipos de AWS y SOMOS Educação se seleccionó el asistente virtual del profesor como proyecto para invertir, dado que podría tener una adopción escalable”, cuenta Morais.

Es así como dentro de su plataforma digital Plurall, la empresa educativa integró este chatbot basado en IA generativa para ofrecer soluciones avanzadas y personalizadas. “Plu utiliza la amplia base de nuestro contenido para generar respuestas y satisfacer las solicitudes de los usuarios, como la creación de planes de lecciones completos, resúmenes de textos, listas de actividades, imágenes ilustrativas, preguntas nuevas y únicas, exámenes completos, lecciones interdisciplinarias, contenido bilingüe, y ajustes del nivel de complejidad de ciertos temas”, explica Teixeira.

El asistente inteligente Plu, está disponible tanto para profesores como para alumnos. Para los estudiantes, puede analizar el contenido, hacer preguntas, solicitar resúmenes, actividades adicionales, además de establecer planes de estudio y muchas otras aplicaciones. En tanto, para los docentes -y a través de la herramienta de Adaptive Teaching- puede recomendar nuevos contenidos y habilidades para que los alumnos trabajen en ellos. Hasta julio de 2024, 3.400 alumnos de distintos colegios habían estado probando el asistente.

“No solo propietarios y administradores de escuelas han destacado los resultados de la plataforma hasta ahora, sino también los propios maestros y coordinadores. La recepción ha sido tan positiva, que hemos creado una lista de espera para el piloto. Profesores con décadas de experiencia han comentado que la herramienta ofrece nuevas perspectivas, mejora la preparación de clases o resúmenes para el pizarrón”, afirma Teixeira.

La IA generativa de AWS

Para crear el asistente inteligente Plu, SOMOS Educação utilizó Amazon Bedrock, una plataforma de servicios en la nube que ofrece Amazon Web Services (AWS) y que facilita a los desarrolladores y a las empresas, la creación, entrenamiento y despliegue de modelos de IA que se pueden adaptar a una variedad de tareas específicas. Utilizando prompts – herramientas para guiar y personalizar las respuestas- los desarrolladores ajustaron el comportamiento de estos modelos pre entrenados de acuerdo a las necesidades específicas del contexto educativo. Esto contribuyó a mejorar las aplicaciones del chat utilizadas por profesores y estudiantes para asegurar respuestas más precisas y relevantes a los requerimientos escolares.

Entre las herramientas de AWS utilizadas en la confección de Plu, destacan el uso de CloudFront para caching de contenido en la aplicación front-end y RDS para la gestión de usuarios y datos de los colegios. Y también otras, entre las que destacan, Amazon EKS (Elastic Kubernetes Service), el que facilita la gestión y ejecución de aplicaciones en la nube para asegurar que el asistente inteligente funcione de manera eficiente y sin interrupciones; Amazon S3 (Simple Storage Service), que proporciona un almacenamiento seguro en la nube y escalable para guardar toda la información necesaria y accesible rápidamente cuando se requiere; Amazon OpenSearch Service, que permite buscar y analizar grandes volúmenes de datos de forma rápida y precisa, asegurando que los profesores puedan obtener la información que necesitan con rapidez; y Amazon SQS, que hace posible el envío y la recepción de mensajes entre diferentes partes del sistema, garantizando una comunicación fluida dentro del chatbot. Y por último, está Amazon SNS, que  facilita la distribución de notificaciones a los profesores y estudiantes de manera eficiente, mejorando la comunicación y coordinación general del servicio. 

El ejecutivo de AWS para América Latina indica que la compañía trabajó junto a Accenture en el diseño de la arquitectura del modelo GenAI del asistente virtual, así como en el desarrollo, implementación y capacitación de los equipos de SOMOS Educação.  “AWS ofrece a las empresas más que un simple chatbot, una herramienta o un LLM: habilitamos múltiples capacidades, como aplicaciones con IA generativa integrada, herramientas para crear aplicaciones de IA generativa personalizadas e infraestructura eficiente que escala. Todo, con salvaguardas y controles de seguridad para que las empresas puedan moverse con confianza. En un futuro próximo, todas las aplicaciones contarán con IA generativa para hacerlas más útiles, personales y atractivas”, dice Morais. 

Una de las fortalezas del asistente inteligente de SOMOS Educação es la gran base de datos con contenido educacional con que cuenta la empresa, una de las más grandes del mundo por su volúmen, y que sirve de respaldo al asistente. Para gestionarla, contaron con la guía de AWS Brasil y utilizaron el enfoque RAG (Retrieve, Augment, Generate) un método en el que se apoya la IA -específicamente en modelos de lenguaje o generación de texto- para mejorar la calidad y relevancia de las respuestas generadas por sistemas de inteligencia artificial como este chatbot. 

“Creemos que la vasta base de conocimientos de Somos, impulsada por la IA, puede generar cambios rápidos en el proceso de aprendizaje, no solo en Brasil sino a nivel mundial. Esta tecnología se puede adaptar fácilmente a otros lenguajes y bases de contenidos, gracias al poder de la IA”, dice Teixeira. 

 Nuevas herramientas

Actualmente, la implementación de la IA generativa a través de este asistente virtual es la punta de lanza de SOMOS Educação en su oferta educativa. De hecho, ha establecido una hoja de ruta a largo plazo para implementar IA generativa en la totalidad de la plataforma, según explica Bruno Brusco, director del área digital responsable de toda la operación de la plataforma Plurall.

En una primera etapa, se enfocarán en mejorar la productividad de los profesores mediante el uso de IA. En la segunda, brindarán apoyo específico tanto a maestros como a estudiantes mediante la creación de rutas de aprendizaje adaptativas, que pueden ser usadas por los alumnos en tareas personalizadas o, bien, en juegos y retos de aprendizaje que los tutores les envían. Y en la tercera, proyectan utilizar los datos generados por la IA para dos objetivos clave: generar predicciones del desempeño académico de los estudiantes y proporcionar conocimientos que ayuden a los administradores a tomar decisiones informadas. Esto último implica ofrecer información detallada sobre áreas de mejora, tendencias educativas identificadas y recomendaciones estratégicas para mejorar el rendimiento estudiantil y la eficiencia en la gestión educativa. 

“Contamos con el mejor contenido educativo de Brasil, lo que asociado a nuestra sólida inversión en tecnología nos posiciona como líderes en iniciativas de IA para la educación a gran  escala”, asegura Brusco.